A partir de ese momento se unificó totalmente el léxico futbolístico adoptándose por los medios de comunicación y las instituciones del fútbol gran parte de la terminología que ha llegado hasta el siglo XXI. Al término de la Guerra civil hubo una política clara de «castellanización» y «depuración» del franquismo de todas las palabras y vocablos, incluidos los extranjeros. Y una vez que esto ocurre, pasan al siguiente flujo de aprobación, en el que serán, por un lado, el asesor audiovisual de LaLiga y, por otro, el Comité Técnico de Árbitros (CTA) los que tengan que llegar a un punto común.