Las Vegas: “Me gustó que cantaban pizzicatos, eso no lo hace nadie más… Cuando terminó, se persignaron y Cano, el arpista de primer año, se secó las lágrimas. Hoy me divertiré. Hace bastante viento pero tengo ganas de hacer una buena carrera y creo que tengo un coche muy rápido aquí. “Era algo que tenía que hacer para romper por fin el ciclo familiar de ser un trabajador migrante pobre”, señaló.