De ser el capitán de los Pumas en la primera victoria en la historia ante Nueva Zelanda a verse expuesto por pecados de juventud. La cuarta final de la historia para el equipo culé. La producción del italiano está lejos de contar con la espectacularidad que tuvo la campaña 2015 de Sebastian Giovinco, y su aporte estrictamente futbolístico a la MLS y a su equipo no puede compararse con el de -por ejemplo- Dempsey.